Es un método poco doloroso y muy tolerado por el paciente, aunque algunos pacientes pueden sentir algunas molestias como una sensación de frío durante los primeros minutos del tratamiento.
Mientras están recostados haciendo el tratamiento, los pacientes pueden descansar, ver tv, leer, ponerse al día con trabajo. Al no ser un tratamiento invasivo, el procedimiento permite la reincorporación inmediata del paciente a su vida cotidiana.